un lindo perrito a la orilla del mar
foto cortesía de TS
Ya calmados, pues si. Los pensamientos suicidas han sido una recurrencia en mi vida, toda mi vida. Talvez porque conviví con una madre parasuicida y un padre alcohólico, tengo más conciencia de la destrucción y de la muerte, que de la vida y del disfrute.
He pensado que escribir acerca de esto puede ser enriquecedor para mis (pocos) lectores y para mí misma asi que lo comparto en estos últimos días de este año tan extraño.
Cuando uno le confiesa a alguien que esta pensando en suicidarse la reacción por lo general es de rabia, miedo, incomprensión y rechazo. El suicida en ciernes en lugar de encontrar comprensión y afecto, lo que encuentra es todo lo contrario a lo que busca. Contradictorio verdad? Porque se supone que si uno lo que busca es afecto, no debería buscar el afecto en la muerte sino en la vida. Y mientras más fabulosa es en apariencia la vida del suicida, pues peor y más absurdo parece el pensamiento de la muerte para los que están afuera que además afirman quererlo a uno.
Al suicida, al deprimido, al enfermo, no le queda más remedio que culparse a sí mismo por tener tales pensamientos. Convencerse de que el extraño, el outsider, es él mismo.
Y es que, bueno, este es un post muy difícil de escribir, porque estoy ahora mismo ordenando las ideas y la cosa no esta quedando tan clara en las letras como en mi mente. Pero prosigamos, que igual no es que me importe demasiado ya la falta de calidad literaria de mis posts. Después de haber posteado a Rihanna ya todo se vale en los artefactos del olvido.
Talvez lo mejor sea comenzar por el principio y preguntarse por qué el suicida busca afecto. La respuesta más obvia es casi siempre la verdadera no? Pues bien. El suicida busca afecto por la misma razón que cualquier persona busca afecto, porque el afecto, las emociones, la comunicación, son necesidades vitales de cualquier individuo. Entonces si queremos comenzar por el principio de las cosas, no se puede comenzar a pensar en el individuo a partir de su madurez, sino que hay que pensar en el individuo a partir de su inmadurez y su propia historia personal de desamor. El desamor no es nada más haber tenido mala suerte en las relaciones de pareja. El desamor nace en el nacimiento mismo. En la infancia.
Si una persona no es deseada como hijo, si su venida al mundo no es celebrada con alegría y afecto sino con dolor, ansiedad y tristeza, si su presencia en el mundo es una carga más que una bendición, entonces es más que normal que esa persona no se sienta querida desde el instante mismo en el que nace. Pero ah! Recuerden que a ese niño o a esa niña, le van a enseñar desde chiquito que sus padres SI lo aman. Aunque sea mentira. Sus propios padres angustiados, van a intentar por todos los medios creerse su propia mentira de que sí aman y cuidan a ese niño que en realidad no deseaban para empezar y que les complica terriblemente sus planes personales. Peor aún, a ese niño le van a enseñar también que DEBE amar y honrar a sus padres y además estar agradecido de tener vida y poder vivirla.
Yo siempre digo que las emociones, lo incontrolable, lo inconsciente, existe. Podemos negarlo, podemos ignorarlo, podemos elaborar tesis y tratados que refuten su importancia. Pero será siempre como negar la existencia de las piernas y negarse a utilizarlas. Las piernas estarán alli, atrofiadas e incapaces de andar, pero seguirán amarradas al cuerpo. Pues igual. Las emociones son innegables y por muchos esfuerzos que hagamos para ignorarlas o cambiarlas o sentir otra cosa diferente, la evidencia de la emoción original seguirá existiendo en el inconsciente y buscando expresarse de un modo u otro.
Entonces, las emociones que experimentamos de niños, si son "negativas", y lo pongo entre comillas, porque con la palabra negativa no quero juzgar sino expresar que esas emociones niegan la existencia del afecto y la comunicación, el niño que las experimenta, aprenderá entonces es que sus emociones no valen. Que sus protestas, su llanto y su necesidad de atención y de cariño son anormales y deben ser modificadas. En pocas palabras, que debe portarse bien y no molestar a sus padres, para que sus padres puedan continuar con su vida.
Si ese niño llegase a desarrollar algun tipo de conducta anormal, será inmediatamente diagnosticado por médicos o sicólogos que le pondrán una etiqueta de "desorden mental" y le dirán que su pensamiento es erróneo y que debe aprender a pensar de otra manera y a valorar las cosas de otro modo. El error está dentro de sí mismo y no afuera. Es su culpa sentirse mal y actuar en forma anormal.
I am the voice inside your head and I control you
I am the hate you try to hide and I control you
I am denial guilt and fear and I control you
I am the lie that you believe and I control you
I am the high you can't sustain and I control you
I am the truth from which you run and I control you
I take you where you want to go
I give you all you need to know
I drag you down, I use you up
I am the hate you try to hide and I control you
I am denial guilt and fear and I control you
I am the lie that you believe and I control you
I am the high you can't sustain and I control you
I am the truth from which you run and I control you
I take you where you want to go
I give you all you need to know
I drag you down, I use you up
A ese niño o niña le enseñarán entonces que sus emociones, el odio, la indignación, el dolor, y la culpa, son mentiras. Son distorsiones de su pensamiento, en pocas palabras lo dejarán fuera de sí mismo. Le demostrarán que es su culpa estar enfermo, que su desorden lo define y lo limita y lo maldice.
En la religión encontrará muy poco consuelo el niño que no es amado. Al menos en la tradición católica que es la que yo conozco, le dirán: no importa que tu padre no te ame. Dios te ama. No importa que tu madre no te ame. La virgen maría es tu madre y te ama. Pero eso también es mentira, y es tan sólo la prolongación de la mentira original paterna. Dios lo amará en la medida en que cumpla sus mandamientos. Si no los cumple, si peca, si se equivoca, dios le condenará al infierno infinito. Igual que le condenaron tus padres con su indiferencia e irrespeto. Igual que le condenan tus hijos o sus parejas, por su incapacidad para sentir amor. Será su culpa y no su carencia.
No somos los dueños de nuestro propio cuerpo, nuestro cuerpo pertenece a nuestros padres en la infancia, a nuestros amantes o parejas en la adultez, y ultimadamente a Dios mismo. Y todos ellos que dicen amarnos en realidad nos ignoran y nos dictan unas pautas acerca de cámo debemos actuar y pensar. O peor aun como NO debemos actuar o pensar. No fornicar, no matar, no robar, no mentir, no, no, no. Si te matas a ti mismo asesinas al templo de dios mismo. Cometes el peor pecado que puede existir que es desconfiar de la infinita misericordia de dios. Pero es eso verdad? Puede un dios o un padre infinitamente misericordioso ignorar atómicamente la necesidad emotiva de una persona? es la negación el camino a la salvación o es el camino al infierno mismo?
Si un suicida se asesina, le espera la indiferencia eterna de Dios, el infierno, o el odio infinito de no haber honrado la vida que le regalaron los padres aunque esa vida ya haya sido un infierno pintado de colores pastel, o el supuesto amor que nos regala nuestra pareja o nuestros hijos en forma de control y obediencia ciega a sus deseos y necesidades.
El suicida en realidad no está haciendo algo absurdo, mis queridos lectores. Está tan solo reflejando y obedeciendo aquello que le fue enseñado y llevándolo hasta sus últimas consecuencias. La negación absoluta de su ser y el respeto por su spropias emociones su vida y sus sentimientos.
Feliz año nuevo.