viernes, 14 de octubre de 2011

siete puertas (y no ocho)


ya se acerca la navidad, jo, jo. jo
...o no

Hoy les traigo de regalo, por ser viernes de musiquita, una música pesadísima pero contundente y clara y hermosa y divina de cantar.

Para aquellos que no lo conozcan todavía, he aqui a Santa Claus. Su nombre de pila en realidad es Krzyztof Penderecki, y es un músico muy respetado en Yale y en el mundo entero y además se ha ganado un sinnúmero de premios por escribir esta música tan inteligente. También es el mismo que escribió la música que se ha utilizado en muchas de las películas de terror más terroríficas tales como: El resplandor o El Exorcista... a que ahora si saben quien es!!!

Para los que lo conocemos en persona, él en realidad es Santa Claus reencarnado. Aunque es bastante malhumorado y muy poco expresivo y no hace jo, jo, jo. Bueno, es verdad, talvez no sea Santa Claus, pero déjenme a mi con mis fantasías infantiles de que sí existe Santa Claus.

Seguramente mis queridos lectores que soportan con paciencia y verdadero interés mis viernes de musiquita, esta vez no van a escuchar nada. No los culpo. A los dos minutos de empezar esta obra hay que coger pose y dejarse llevar por los brazos de Morfeo. Es un buen método para conciliar el sueño, aquellos que estén sufriendo de insomnio. Igual no cejaré en mis esfuerzos por aumentar la cultura musical de mis lectores que se aburren como ostras.

Pero ahora hablando en serio, reconozco que soy una aburrida: a mi me encanta esta obra. La estructura es clarísima, casi que se podría tomar dictado e ir reconociendo por donde viene la cosa. Nada de sobresaltos armónicos ni rítmicos mas allá del uso de la percusión como método para que la audiencia se despierte de cuando en cuando y se asuste un poco y diga oh, que obra más maravillosa.

A mi lo que más me gusta es cantarla. Uno queda como en un trance orgásmico de notas altas y altísimas e incantables y además ese cansancio rico de haber hecho el amor con todo el coro y toda la orquesta. Super hyper. Y he tenido el privilegio además de cantarla dirigida por el propio Penderecki (a quien lamentablemente nunca pude comprenderle el gesto) y por el famosillo Gustavo Dudamel.

Ah por cierto, que se trata de las Siete puertas de Jerusalén. Fue comisionada en 1995 por la ciudad de Jerusalén para la conmemoración de su trilenio (eso es 3000 años) y sólo nombran siete puertas aunque hay ocho, porque ellos son judíos y siguen esperando al mesías y la octava puerta está reservada para él. Obviamente son siete movimientos y el número siete se repite por todas partes, tanto rítmicamente como armónicamente.

Anuncio que habrá modestos premios para aquellos valientes que la escuchen completa...

8 comentarios:

  1. Dos minutos y siete segundos....

    Chao.

    Besos.

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  2. Más pesada que la conciencia del Billerete...anda a escuchar A-Ha!

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  3. Boah! Por fin acabó... Aunque lo hemos soportado porque mientras nos estábamos cortando las uñas de los pies, hemos de reconocer que hemos estado en conciertos de heavy-metal mucho más pesados y aburridos que esto. Ay, los artistas y su trascendencia, qué miedo dan!!
    Por cierto, que sabemos dónde está la octava puerta... pero no se lo vamos a decir a nadie. Secreto octopusiano. :P

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  4. Pobres mujeres a quienes obligaron a usar esos manteles alrededor del cuello.

    7:17, mientras doblaba medias. Deberia mostrarles esto a los chiquitos, es algo tan diferente a la musica que oimos siempre.

    Donde estas mi Chase? Mi Inbox esta solitario.

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  5. 8.23 y debí parar es que mi cabeza fue a estrellarse contra el teclado, afortunadamente no sufrió ningún daño, el teclado claro, mi cabeza ya está mal.

    Saludos.

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  6. Estoy impresionada de lo buenos alumnitos que son todos!

    No todos terminaron, pero todos lo intentaron!!

    ah los quiero!

    Xindas, tu premio te lo mando mas tarde :)

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  7. Me ha gustado mucho.
    Por cierto soy Pérfida
    Un saludo coleguita

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