martes, 29 de abril de 2014

le sacre du printemps

La reconstrucción de la coreografía original de Nijinsky y les Ballets Russes gracias al esfuerzo del Joffrey Ballet, en 1989. La música maravillosa de Stravinsky, porfavor, gracias. Y bienvenida la primavera, por supuesto.




jueves, 24 de abril de 2014

sopa de monoteísmo for dummies parte I

Aqui vemos a Abraham, representado
por Rembrandt, dispuesto a matar a su hijo único
con tal de poder poseer un pedazo de tierra.
El ángel le dice -quita quita! no seas bruto!

Como parte de una nueva serie de recetas for dummies, ahora que he disminuido la cantidad de seguidores que me leen y que puedo escribir en paz sin la angustia de que les guste o no (o precisamente por eso), puedo volver explayarme deliciosamente acerca de las ideas y teorías que he estado recolectando en los últimos tiempos gracias a mis terapias y lecturas acerca del pensamiento y el ser.

Gracias a que mi me enseñaron desde chiquita que el único método serio para que la gente te escuche en estos tiempos modernos y diga oooh esta persona debe tener razón es el método científico, pues voy a intentar ser lo mas científica posible y aunque mi educación está dirigida mas hacia a las ramas de lo social, lo arquitectónico y lo urbano, igual estoy consciente desde el principio, de que una cosa no puede vivir sin la otra, pues todo esta hecho por el hombre, asi que no me angustia demasiado no ser una historiadora o una sicóloga desde el punto de vista de atar cabos al mejor estilo de una tesis de cualquier tipo. Especialmente cuando se trata de las recetas for dummies. Asi que neuronas a la obra.

Y como todo debe empezar por un principio, pues vamos a los orígenes del monoteísmo.

Aparentemente el monoteísmo se formó en el inconsciente colectivo durante la edad de bronce. En esta edad habitaban la tierra dos tipos de sociedades. Unas que se habían organizado alrededor de la agricultura y se habían sedentarizado y construido ciudades para proteger sus cultivos y familias de las bestias salvajes y también de las otras culturas, aquellas que se habían organizado alrededor de la cría de ganado y que pastorilmente vagaban de un lado al otro buscando alimento para sus animales. Todas las culturas del mundo han pasado necesariamente de una organización nómada o semi-nómada a una sedentarización forzada por la agricultura y la necesidad de permanecer en el lugar donde se producía el alimento. La sedentarización de los pueblos es lo que ha producido la organización política del mundo, pero eso es otro tema.

El tema que particularmente le concierne a la sopa de monoteísmo es la historia de una sociedad nómada que ha buscado desesperadamente a lo largo de la historia el establecerse en algun trozo de tierra específico sin demasiado éxito, pero que ha originado varias de las religiones más exitosas de la historia. Me refiero a sociedad Abrahánica.

Lo primero que me ha llamado la atención al leer pacientemente acerca de estas dos sociedades es el contraste enorme que existía el su organización. En la sociedad urbanizada y establecida geográficamente (en este caso Egipto), el pueblo adoraba a un sólo rey que era considerado como la autoridad suprema y se dedicaba tranquilamente a desarrollar sus habilidades bajo la protección-servicio incuestionable de dicha autoridad. En este tipo de sociedades florecen las artes, la economía y florecen también los dioses varios bajo el capricho o necesidad sicológica del gobernante en cuestión.

En este punto es importante hacer un paréntesis informativo y dejar por sentado que el comportamiento de establecer presencias místicas o espirituales superiores a lo humano es una necesidad psíquica dentro de la evolución del pensamiento consciente o científico que necesita establecer un orden en el cosmos (orden en el caos) y cuya defensa principal es buscar sentirse protegido por algun tipo de ser supremo que lo salve del marasmo de un mundo que aparece demasiado grande y complejo para su comprensión científica. En pocas palabras: todo lo que no está a mi alcance, se lo atribuyo a un dios o a algunos dioses. Como un niño que todo aquello que no comprende se lo deja a sus padres. Es una defensa primaria, el adulto que ya no tiene padres o que no puede seguir actuando como un niño, se crea un ser supremo que valide y justifique sus acciones ante la inmensidad.

Es lógico pensar pues que en una sociedad que se siente protegida por un rey supremo que gobierna sobre un pueblo numeroso y rico, florezcan muchos dioses distintos y que al contrario, en una sociedad nómada que tiene que enfrentarse en su día a día a los caprichos aveces catastróficos de la naturaleza y donde el núcleo familiar es reducido y precioso (ya que cada persona representa una tarea imprescindible) estas sociedades busquen protegerse bajo el cobijo de una deidad más universal y abarcadora que los proteja aunque sea sólo simbólicamente, de peligros más grandes que aquellos que enfrenta una sociedad más poblada y protegida.

En el caso del patriarca Abraham, lo primero que llama la atención al leer su historia, es la obsesión grandísima que tiene este señor por poblar la tierra y establecerse en algún sitio. Uno se da cuenta de la obsesión de esta gente por lo familiar cuando lee los innumerables recuentos de quién fue el padre de quién infinita y cansinamente en la biblia. Al ser nómadas estas gentes no tenían más memorias que haber sido el hijo de alguien. Su memoria no pertenecía ningún lugar ni tenían piedras o monumentos sagrados que les recordasen de su paso por el mundo. Ni tumbas inmensas que les recordasen la vida eterna. Esto es importante señalarlo porque una de las angustias primordiales del ser humano es su mortalidad. Y la necesidad de trascenderla.

Los egipcios trascendían su mortalidad a través de la muerte misma, colocando recordatorios enormes de su presencia en al mundo, esperando resucitar en el fin de los tiempos. La sociedad nómada de Abrahám tenía tan sólo el recuerdo verbal de las generaciones y la necesidad de producir más y más hijos en dicha línea.

Cuando Abraham llega a Egipto con su esposita Sara buscando alimento y protección, se produce en él una necesidad nueva y extraña que sus antepasados no habían experimentado antes. La necesidad de establecerse en una tierra. Su dios imaginario (su inconsciente) se lo dice. Anda, toma tus cosas y tu gente y ve a establecerte a una tierra que yo te daré. Para las tribus nómadas de la edad de bronce ya era un poco tarde este intento de establecerse, pues muchas otras civilizaciones ya estaban más que afincadas hacía mucho tiempo en todas partes y no muchas estaban dispuestas a permitir a gente extraña viniese a quitarles la tierra. Un poco como que: tu eres nómada asi que sigue siendo nómada, nuestra tierra no es tuya. Y no hablemos de la envidia que esto debe haber producido a aquellos que buscasen establecerse sedentariamente en aquellos días.

Se encuentra pues Abrahám tan maravillado de la riqueza de esta tierra, que es incapaz siquiera de reconocer a su propia familia, su propio clan y entrega a su esposa al faraón para que la use como mujer y tenga hijos con ella. Primero para que no lo matasen y segundo por querer hacerse de aquella tierra con su clan.  Pero había otra razón también. Abrahám no había logrado tener descendencia.  Esto era totalmente inmanejable para un hombre que procedía de una sociedad que enumeraba sus generaciones hasta la creación misma como forma de pertenecer al mundo. Era una verguenza para él mismo y para su compañera también. Los hijos de sus esposa (hermana) serían sus propios hijos con este plan. No me extraña que sus esposa haya accedido pues en una mujer de aquellos tiempos el no tener hijos era como no ser nadie.

Entendamos aqui la tragedia de Abraham y su mujer. No tenemos hijos, no tenemos tierra que nos alimente, no tenemos nada. O si? Un hombre solo ante el mundo tiene que defenderse de alguna manera. Y entonces Abrahám, que no quiso sentirse menos que nadie, y como es natural, dijo: Yo tengo a un dios que es más grande que todas estas naciones y que me ha prometido hacerme fértil. No voy a desistir.

Y he aqui la primera entrega de la sopa de monoteísmo for dummies. Esperemos unos días para la siguiente entrega.


lunes, 21 de abril de 2014

iluminada

Roca paciente.
Foto cortesía de AGL.

Cuando yo hago mis clases de Bikram Yoga no pienso en nada. Imposible, claro, porque ahí uno lo que está es intentando no caerse o de la pose, o del mareo, o del calor.

Pero después de la clase, mientras conduzco hacia mi casa, si que me da por pensar. Gracias a dios que no he atropellado a nadie mientras pienso, poruque sería una tragedia.

Y una de las cosas que pienso (además de otro montón de bobadas inconfesables) es en alcanzar la iluminación. Como humanos nos la pasamos intentando entender lo inentendible, la vida, el cosmos, el dios, el demonio, el bien el mal, lo correcto, lo inválido y lo válido.  Pero todo eso es una pérdida de tiempo impresionante. O bueno, ahora que lo pienso no es que en realidad sea una pérdida de tiempo. El tiempo no es valioso para quien no espera nada. Para los que esperan si que lo es, claro, pero para los iluminados no.

Aveces descubro y me acuerdo de recordar que la iluminación es la paz. El no buscar nada. El no esperar nada. El silencio del que simplemente contempla sin apuros el increíble devenir de las cosas sin el empeño clasificatorio desesperado de la edad moderna.

Aveces recuerdo que es mejor no esperar nada o lo que es lo mismo, esperarlo todo.

Porque la fulana paz no viene a uno después de encontrar la iluminación o lo que sea que uno esté buscando.

La paz debe estar antes. Antes de que la necesidad aparezca, o la luz el el dios, o cualquera de las excusas que usamos para rellenar la angustia de no soportar la inexorable hambre de estar atrapados en el tiempo.



Para autógrafos, favor comunicarse con mi mánager.





viernes, 4 de abril de 2014

lights out

En el viernes de historias de terror. El shortfilm lights out. Que se asusten bien.