lunes, 25 de marzo de 2013

universo blando


el universo blando de la perrita
foto cortesía de AGL

El universo se nos ha puesto blando, para qué engañarnos.

Los teoremas, las leyes, los sentidos, todo se nos ha vuelto como de gelatina. Aquel pensamiento que nos mostraba un mundo ordenado con los astros en el cielo y un dios bueno vigilando a su rebaño, ha sido sustituido por uno blando e infinito donde podemos saltar dimensionalmente como si viviésemos en un trampolín infinito.

Todo se puede, todo es infinito y caótico.

Hasta el tiempo se nos ha vuelto de goma. La flexibilidad es el lema y ustedes me perdonan pero yo no encuentro asidero en estas cosas.

Se me nota que nací en el siglo pasado porque yo necesito que el mundo tenga leyes y que sean rígidas para no derretirme también. Esta simultaneidad, este relativismo y este guabineo me están matando.

Yo necesito que el blanco sea blanco y el negro, negro. Y los colores, colores. Y poderme detener en un lado o en el otro sin que me arranquen de mi silla por favor, si es posible, gracias.

Nos mintieron, nos han mentido todo el tiempo y con eso nos arrancaron las raíces y nos lanzaron al espacio sideral sin casco y sin traje espacial, y no podemos ni protestar porque nadie sabía nada desde el principio y no hay responsables. Todos nos hemos caído juntos en la misma gelatinosidad temporal y de aqui solo nos sacan secos y muertos de miedo y soledad.

Lo que me arranco de los dedos tampoco es consuelo, la inmensidad me consume antes de poder decir algo con sentido y el sin sentido se hace inmenso dalante de mis ojos que no pueden dejar de hablar de todas formas.

Aferrémonos al presente, aunque no nos dure.

jueves, 21 de marzo de 2013

querido Bach... tengo problemas

Aveces entiendo por qué me atormenta la musica. Tengo problemas.

No me malinterpreten. No podría vivir sin música.

El asunto es que me sucede que cuando la escucho, inevitablemente me vienen otras referencias de otras cosas escuchadas como me pasó hoy con la Cantata número 27 de Bach, la cual estaba escuchando yo muy tranquilita pensando, dejame escuchar algo barroquito para poderme concentrar mejor en el trabajo.

Craso error.

La música es matemáticas, son patrones y no existe nada que a mi me fascine más que encontrar patrones por todas partes. Y como igual no lo puedo evitar, pues me sorprendí gratamente cuando inocentemente escuchando el primer movimiento pillé o reconocí, que la melodía era muy similar a la usada años después por Brahms en el segundo movimiento de su Requiem maravilloso, y minutos después en el Recitativo de la contralto, en el tercer movimiento, oh sorpresa, la misma estructura rímica y melodía muy similar al primer movimiento de la primavera de las cuatro estaciones de Vivaldi, la cual fue escrita tres añitos antes.



Que lindo todo.

Ahora escuchen y diganme si lo reconocen ok? Si no, no pasa nada. No tienen problemas, como yo.

El primer movimiento asemeja el segundo movimiento de Ein Deutsches Requiem de Brahms como pueden escuchar aqui


El tercer movimiento asemeja al allegro de la primavera de Vivaldi como pueden escuchar en este otro enlace:



martes, 19 de marzo de 2013

pasta de dientes cerebral

busco los lazos constantes
ateridos

aquello que permanece
me conmueve

voy llegando tarde
a las tinieblas
pero suaves
arropadas, tibias
levantadas

me ven desnuda

el tiempo es
de terciopelo es

la brisa

y mi piel

viernes, 15 de marzo de 2013

martes, 12 de marzo de 2013

una mujer agobiada

el ojo que todo lo ve...

viernes, 8 de marzo de 2013

la chispa


el trigo según mi eme, todo balanceado el...
foto cortesía de mcb

En mi anterior entrada no aclare nada de nada. Ya lo dice el dicho, mejor no aclares que oscureces. En realidad quise decir otra cosa completamente diferente a lo que dije, pero lo escrito, escrito está. Asi que déjenme ver si esta vez consigo hacerlo un poco mejor. Eso me pasa por escribir sin pensar.

Ok, lo que yo quería decir y que me aclaró muy bien mi eme con su comentario genial, (tan bella, ella siempre tiene comentarios geniales) era que lo que predominaba en mi antes de las medicinas era la oscuridad.

Todos sabemos que el mundo parece estar hecho de contrarios o de complementarios. Hay cosas que no parecen estar completas sin su opuesto. Mujeres y hombres, vacíos y llenos, oscuridades y claridades, frios y calores, felicidades e infelicidades. Bueno, pues eso.

Hasta hace dos años mi vida estaba en un desbalance total. Vivía del dolor y pensaba que eso era lo único que existía o mejor dicho, lo único que yo era capaz de sentir. Talvez porque como dice eme, el dolor parece más grande que la felicidad. Talvez porque mi wiring mental estaba todo enrollado en una sola parte de mi cerebro. Talvez porque sólo era capaz de estar en los extremos. Sólo conocía los extremos y despreciaba el centro, despreciaba el balance como cosa de cobardes.

Y aqui viene la parte de la aceptación. Tuve que aceptar my duramente que estaba enferma de la mente. Que por la razón que sea, tenía los cables alterados y que tenía que hacer algo al respecto o la realidad se me iba a ir de las manos por completo. Tuve que aceptar que fuera de mí, existía de hecho una realidad completamente diferente a la que yo estaba acostumbrada. Y lo más importante de todo, que poruqe uno esté acostumbrado a algo, no quiere decir que sea la única opción de la que uno es capaz. Y tuve que decidir. O me iba, o me quedaba.

Haber descubierto el centro, el equilibrio, no quiere decir sin embargo que todo esté bien. Principalmente porque como dije antes, no se puede estar bien sin estar mal otro ratito. Si uno estuviese bien todo el tiempo, no habría balance. Sería además, aburridísimo.

Pero aquí viene la parte que tampoco podía faltar y es la parte en la cual me quejo. Me quejo de que mis medicinas si bien me mantienen equilibrada emocionalmente y me han hecho descubrir el espacio de la estabilidad, no me permiten irme a los extremos. Aunque quiera. Extraño la euforia de dibujar, de pintar de descubrir. Extraño aunque parezca irracional, la capacidad de hundirme hasta el extremo de hacerme daño a mi misma. Extraño sentir con intensidad. Extraño en resumen, la simple intensidad de vivir a la loca.

Ay, extraño ser la loquita que fui. Esa chispa aveces oscura, aveces luminosa, y me siento apagada e insensible. Indiferente y fría. Pero no con la indiferencia del que decide no volver a tocar el dolor para no hacerse mas daño.

Ahora padezco la indiferencia de la señora de la mirada perdida. Estoy perdida en el centro del balance. En la mitad de la torta de chocolate con vainilla, y la vida no me sabe a nada.

Ahora si se entendio?

martes, 5 de marzo de 2013

cosas buenas

duque recien bañado y muy viejito
foto cortesía de AGL

Generalmente mi pensamiento está diseñado para ver el lado negro de las cosas. Soy un fastidio, lo sé, pero no es mi culpa. Como diría L. favor dirigirse al ente emisor. A mi me hicieron, no me hice yo solita.

Ah, pero eso no es tan cierto así. Yo también me hice. Me destruí y me construí de nuevo, y gracias a eso creo que estoy en un punto en el que soy capaz de decir que mi pensamiento está dejando de estar amarrado al lado negro y está viendo más cosas. Toda clase de cosas. No es que antes no viese nada, era que antes todo me dolía y prefería cerrar los ojos y refugiarme en mi dolor. Es difícil explicar que todo duela, que aquellas cosas que a los demás le proporcionan alegría o placer para uno sean tortura pura. Peor aún que uno termine pensando que está mal hecho, por encontrar un placer volteado en esa tortura.

Convencerse de que lo único que uno merece es tortura. poruqe uno nació mal  con la piel volteada de revés. Creer que es verdad que las cosas estarían mejor sin la presencia constante de uno mismo.

Y como dije, afirmar que no es mi culpa es de las cosas mas healing que hay. Dejar de echarme la culpa por todo y no necesariamente echársela a los demás pero sí dejar de sentir que soy una mancha sobrante en el mundo.

Talvez he sido un agujero negro por mucho tiempo; pero he sido un agujero negro lo mas lindo que he podido. Y eso cuenta.