flores, flores, flores, flores, lindas flores. lindas flores
imagen encontrada en la web
Ella (mi eme) me contaba con su humor tan particular, una pequeña trifulca callejera de esas a las que estamos tan acostumbrados. La trifulca culminó con mi eme haciendo una seña groserísima con su manita y su dedito al objeto de la trifulca. Lo más gracioso de su historia fue su reflexión final. Dijo - y cito - "las mujeres somos flores perfumadas que no hacemos esas cosas". Tan solo mi eme puede hacer un chiste con tal ironía y quedar elegantísima.
Después de reírme un rato y quererla mucho y mandarle besos, me puse a reflexionar acerca de la floripondiez inducida de la que somos objeto las mujeres en general. Desde nuestra infancia somos delicadamente maltratadas para hacernos unas mujeres lánguidas que no matamos una mosca. Bueno, si, la matamos, pero con insecticida y desde lejos, asco. Nos educan para que estemos cual flores dispuestas a adornar y a amar a todo el que se digne a olernos. Porque tenemos que merecernos tales atenciones tratando de ser lo mas bonitas coloridas y perfumadas que podamos; calladitas y sin fastidiar con nuestros problemitas existenciales. Las mujeres no tenemos problemas existenciales. Para que te vas a poner a pensar florecita? Mejor ponte a cocinar o a trabajar o distráete con algo. Completamente frágiles y expuestas. Todas flores perfumadas que reciclan el papel, reciclan el plástico, reciclan las latas, practican yoga y se meten a budistas a los cuarenta, cuando les entra la crisis de la culpa cristiana y tratan de desyugarser de ella. De una culpa que no es ni nuestra. La culpa de ser hermosas.
Las mujeres somos flores. Que bonito! Flores perfumadas que no piensan.
Pero esta angustia existencial que atacó a mi pobre eme no es gratis, no. Una mujer de hoy en día se desliza como puede entre la necesidad de ser fuerte y la necesidad de ser floripondia. Camina en el borde de la fortaleza de hierro en la cual no se reconoce pero que necesita para sobrevivir y el borde de la fragilidad que detesta porque se siente violentada de tener que expresar tal delicadeza que talvez no exista para nada en su interior. Y asi, a la mayor parte de las mujeres según en qué cultura, nos cuesta la vida entera salirnos de ese patrón floripondio que nos moldea la sociedad. Una flor no piensa, una flor existe y ya. Adorna y ya. Da placer y punto. Y cuando se marchita la botas y listo.
Supongo yo que a muchos hombres les suceda más o menos lo mismo. (huh?) Les guste o no, hay que aceptar que la sociedad en general sigue siendo profundamente machista. Habrá muchos que no se sentirán el propio macho cavernícola que no llora y que se impone a los demás gritando más fuerte. Habrán algunos que si lloran, posiblemente escondidos, algunos que se darán cuenta de que eso molde no es suyo y que no caben en los paradigmas que nos siguen machacando aquellos que prefieren ser masa a pensar.
Cada vez hay menos mujeres florecitas.
ResponderEliminarQuizás en una generación se equilibre definitivamente la situación.
Que sea pronto.
Besos.
Hay varoncitos tan frágiles emocionalmente que necesitan florecitas y floripondios para no sentirse inferiores,mejor dicho, para poder jugar a sentirse superiores.
ResponderEliminarHay hembritas que saben sacar el látigo y amaestrar a ciertos machitos.
Definitivamente prefiero el equilibrio emocional y todo lo que conlleve, siempre he luchado por ello. Beso.
En una sociedad como la nuestra aún hay muchas mujeres a las que se les está prohibido pensar, pero eso si deben estar lindas y hermosas siempre.
ResponderEliminarPuede, pero sólo puede que las florecillas sean florecillas y los machotes sean machotes y puede, pero sólo puede que el macho y la hembra de la raza humana sean diferentes no sólo en su fisonomía si no en su manera de sentir y padecer, puede, pero sólo puede que una florecilla no necesite sacar un dedo para ridiculizar a un machote que como es así, bastante bestia, prefiere la respuesta violenta que es en la que se siente cómodo. Y finalmente, puede, pero sólo puede que para alcanzar el equilibrio entre los humanos, florecillas y machotes debiéramos dedicarnos a aceptar que somos distintos, que sentimos distinto, que debemos aceptar el lado animal que nos adorna y dedicarnos a luchar por que todos tengamos las mismas oportunidades. Que una mujer pueda ser madre sin renunciar a su carrera y que para optar a un puesto no existan cuotas de género (en España por lo menos).
ResponderEliminarCuando nos aceptemos, seremos felices (creo).
Ya no quedan casi mujeres floripondias, somos más bien cactus, porque trabajamos fuera, dentro y en medio.Creemos que eso es lo que queremos pero noooo, Queremos dar la imagen de emancipadas o lo que se entienda por esta palabreja tonta. Cada uno debe ser persona, sin mirar el sexo al que pertenece y seguramente nos irá mejor. Porque incluso nosotras mismas a veces nos hinchamos cuando nos halagan con cosas que hemos hecho y son terreno de hombres.
ResponderEliminarToro: equilibrio oh si. Mientras tanto intetaremos disfrutar de la floripondiez otorgada o seguiremos haciendo maromas en el borde...
ResponderEliminaremejot: creoq eu has dado en el clavo. Es la debilidad del macho la que somete, oprime y maltrata. Pobrecitos???
Malquerida, lo vives y lo vivo, si, constantemente ( y ademas, nos echan la culpa!!!!)
ResponderEliminarBogart: muy muy sabio tu :) me encanta tu comentario :)
eva querida, primero que ndad bienvenida y gracias por leerme. Mujeres-cactus como tu son la que hacen falta en la sociedad para ir desinflando egos enormes como países :)
ResponderEliminardonde dice: ndad, querí decir nada, que la dislexia me puede, me puede...
ResponderEliminarEl machismo oprime a hombres y mujeres y se organiza prohibiendo: que ningún hombre sea sensible, que ninguna mujer razone. Pero en el incosciente no hay masculino ni femenino, estos términos pertenecen al imaginario social. El feminismo ha roto la mordaza que sellaba los labios de las mujeres, para bien de ellas y de ellos.
ResponderEliminarQuizás hay tantos tipos de mujeres como de hombres.
ResponderEliminarDe lado y lado hay muchos que juegan a ser víctimas.
No toda mujer del común es grandiosa.
No todo hombre del común es un patán.
Generalizar y particularizar tienen sus pro y sus contra.
¿Dónde queda el amor en esta reflexión?
¿Qué tanto conoces de la naturaleza profunda de los hombres que están por fuera del estereotipo del macho?
Yo creo que hoy en día hay de todo y por suerte la generación de mujeres del siglo XVII ya no existe (aquellas calladitas que no podian estudiar y/o decir lo que pensaban etcétera, ya casi ni quedan quiero decir).
ResponderEliminarEstá bueno que como mujeres sigamos revolucionando y demostrando que tenemos muchísima más materia gris para hacer otras cosas además de cocinar y limpiar.
Xindas, para variar estoy de acuerdo contigo. Sin embargo me da tristeza pensar que hay aún MILLONES de mujeres que ni siquiera se han enterado deque el feminismo existe...
ResponderEliminarAnuar. Es verdad, no se debe generalizar, pero desafortunadamente, si no se generaliza, a veces no se puede emitir una opinión. Todos somos diferentes, si, pero es innegable que los estereotipos existen qy que condicionan a la sociedad. Cuando se habla de sociedad, necesariamente se generaliza no?. La sociedad es la geeralizacion de la naturaleza individual.
Y bueno respondiendo a tu última pregunta, desfortunadamente muy poco. Mi depresión y yo vamos dando tumbos a ver si nos damos la oportunidad de amar y de ser amadas. Tenemos la esperanza de que algún día sucederá.
Barby: te equivocas. Mira nada mas la foto que he pegado en el post.
ResponderEliminarEl otro día estuve sacando cuentas, y las mujeres que blogueamos en el mundo formamos parte de un maravilloso 2,26% de la población total. No representamos a nadie.
Nada, que por ahi voy a tener que hacer un post con datos en lugar de opiniones para poder ponernos la realidad en la frente y dejar de soñar que estamos empancipadas ya y que no hay mas nada que hacer.
te mando un abrazo...
No dije que no hay nada que hacer. ¡Miren a los musulmanes que siguen maltratando a las mujeres y tratándolas como objetos, en pleo siglo XXI! Quise decir que por suerte las cosas están cambiando (y cambiaron) en varios aspectos. No hay que bajar los brazos con aquellas que aún faltan resolver. Todavía quedan cuentas pendientes por su puesto, pero no hay que ver siempre al vaso medio vacío, no?
ResponderEliminarYo soy de Argentina, y acá las mujeres cada vez son menos "flores" y siempre están diciendo lo que piensan (no miren la televisión de acá, es una porquería, estoy hablando de lo cotidiano, las mujeres que se ven en la calle, los trabajos que tienen, los estudios y demás).
Yo doy gracias a todas las luchadoras, porque puedo meterme en la Universidad y ser más que una ama de casa. Doy gracias de que si se me da la gana puedo ser científica, médica, mecánica, ó lo que yo quiera ser.Y ya que estamos, cada dia conozco más hombres que lloran frente a todos y nada les importa. Es como hablar de la homosexualidad: Siempre va a haber uno que grite "marica" de forma despectiva, pero gracias a Dios si comparamos a la actualidad con el pasado nos damos cuenta de que es un tema requetecontra aceptado.
En fin, es muy amplio el asunto. El fin es que hay que seguir luchando por nuestros derechos hasta que en todos lados se respeten. Y sobre todo, hay que eliminar urgente los estereotipos en la sociedad.
Abrazo.
Y yo doy gracias a las mamas que se quedan en casa y bloguean al respecto y me recuerdan lo importante de su rol. :-)
ResponderEliminarChase, sabias que en estos momentos se esta celebrando el mundial de futbol femenino? Y nadie sabe! Total son unas florecitas pateando un balon.
ResponderEliminarBarby: ah bueno, asi si. Es cierto que en nuestro medio cada vez hay menos floripondiez. Pero si, hay que seguir educando y luchando :)
ResponderEliminarmc: Todos los roles son importantes, sin duda. Lo bonito es poder escoger sin que haya imposiciones o descalificativos verdad? Y oh, triste nuestro caso, pero es que la mujeres que practican el futbol, son tan poco sexys que para qué :(
Tienes, razón, parece que todo ha cambiado, pero muy en el fondo de nuestras cabezas tenemos escritos esos códigos y de allí es de donde más cuesta borrarlos.
ResponderEliminarBesos.