la mujer que calculaba

una luz al final del túnel

foto cortesía de BAC

Después de mucho tiempo y por petición popular, vuelve... Otra entrega del arroz salvaje con aguacate, asi que coged vuestros lápices y concentraos hijos míos que lo que viene no está fácil.

Toda mi disertación mas o menos rabiosa y no tan clara acerca de los fractales, la topología, los límites los no lugares, y la cuaternidad, no tienen otro objetivo mas que la practicidad de llegar a la conclusión mas o menos evidente de un método matemático para poder planificar y diseñar las ciudades y que el resultado obtenido sean espacios fractales, o sea, entendibles, percibibles por nuestros cerebros que son también fractales, y eso ya lo dijimos antes asi que no lo vamos a repetir.

Una de las formulitas que descubrí que me funciona para esto es la fórmula de Haussdorf. Es muy simple en realidad y sirve para calcular si un conjunto es fractal o no. Yo la usé hace un cierto tiempo para medir distintos tipos de tejidos urbanos y llegué a la conclusión, de que mientras menos planificada es un área urbana, más fractal resulta el número obtenido al calcular la cantidad de estructuras versus el área que ocupan. Asi pude comprobar matemáticamente algo que ya parecía obvio a la percepción colectiva pero que para los académicos no era una verdad hasta que se demostrase por vía científica. Si, me pusieron buena nota y me gradué de Magister, gracias a eso.

Entonces mi conclusión fue que un tejido urbano aleatorio y orgánico como es el tejido de los barrios no planificados, tenía la puntuación más altamente fractal, después estaba el tejido tradicional de la colonia, el de las casitas de dos o tres plantas adosadas unas a las otras,  después el tejido suburbano, con espacios mas o menos indefinidos estre una estructura y otra, y por último el tejido modernista que no era fractal para nada.

Que estaba midiendo yo con eso? pues estaba midiendo básicamente la dimensión fractal de los vacíos urbanos. Y es que el vacío es importantísimo, porque ahí es donde nos movemos, donde la vida de la ciudades ocurre. Y esos vacíos no hay que descuidarlos porque si no los tenemos, no podemos vivir.

Para explicarme un poco mejor, si comparamos el exceso de estructuras de un tejido de barrio, por ejemplo, con el exceso de vacío de un tejido modernista nos damos cuenta asi a vuelo de pájaro como quien dice, que en uno de ellos falta la proporción del vacío y en el otro sobra el vacío. Habría que buscar un punto medio entre los dos, eso es como de cajón no? Bueno si, pero cómo se hace.

Se puede medir la dimensión fractal que se desea volteando la formula no?. Haciendo que el número que demuestra la fractalidad del conjunto sea el número que queremos obtener en un área a planificar y a partir de ahí calcular las estructuras. Ese método tristemente se opone en cierta medida al método usado en la actualidad para planificar los espacios urbanos. Porque hoy en día se impone la rentabilidad por sobre todas las cosas. Sería muy interesante calcular la rentabilidad de un espacio urbano diseñado a partir de la inversión de la fórmula de Haussdorf, pero eso sería ya el tema de mi doctorado y me da una pereza inconmesurable hacerlo. Asi que bye, bye.