miércoles, 27 de enero de 2010

CITY NOIR


La estoy escuchando en este instante. El DVD llego hace unos días y para mi deleite, la mezcla de sonido es muchisimo mejor que la transmitida por PBS una semana después del estreno. Aquella vez tuve que poner todo el volumen que daba mi pobre televisor para tratar de entender la música y la verdad, me perdí de mucho.

Estoy hablando de City Noir, la nueva sinfonía de John Adams que fue compuesta para el estreno como director musical de la Orquesta Filarmónica de Los Angeles del increíble Gustavo Dudamel. Para mí fue una grata sorpresa además de una decisión muy acertada, la elección de John Adams como director creativo de la orquesta.

Seriecita, una vez más, me leo la descripción de la obra escrita por el propio compositor. E intento escuchar la obra con la mente abierta, para entender. Uno de los principales enemigos de la música contemporénea es la dificultad para entender los pasajes melódicos y las frases musicales.  Pareciera que los compositores contemporáneos se alejasen de lo simple en pro de una musica mas matemética, mas intelectual. En el caso de John Adams no es así y esa es talvez la razón por la que es uno de los compositores en vida más interpretados en el mundo entero.

Pero también es verdad que la música es matemática y para alguien que como yo ha pasado toda su vida haciendo y escuchando música, la experiencia de escuchar una nueva obra posiblemente sea distinta que para el resto. Cuando yo escucho música, no solamente escucho las melodías, yo oigo las notas. Cada una. Entonces una pieza determinada puede ser un regocijo total o un completo martirio. Es como escuchar números, por decirlo de alguna manera. Algunas personas perciben colores en la música, o sensaciones poéticas, yo percibo números.

La sinfonía de John Adams es para mis oídos completamente descriptiva, no sólo por las sensaciones casi cinematográficas de los distintos pasajes sino por la genialidad con la que es capaz de crear dos capas de música completamente independientes y a la vez genialmente entrelazadas con su particular manera de crear armonías. En todos los movimientos se puede escuchar claramente un doble discurso, uno mas azaroso que el otro o más amable o divertido, y al mismo tiempo la obra no es en ningún momento demasiado hermética o intelectual.

Lo mas fascinante de escuchar esta obra para mí es la clara referencia urbana a la estructura de las ciudades. En este caso Los Angeles. Pero las ciudades son siempre muchas y una sola a la vez, las ciudades poseen  esa dualidad que las hace bellas y también terribles, la inmovilidad de sus estructuras, testigos de un tiempo que transcurre en dimensiones distintas al otro tiempo, el de sus habitantes, arrastrados por sus destinos más o menos simples, pero siempre mucho mas efímeros que la ciudad, que perdura.

En City Noir las estructuras están reflejadas en las melodías mas lentas, las que transcurren en el tiempo de la ciudad y  la otra voz, reflejada en los miles de movimientos melodicos y rítmicos minimalistas y típicos de la música de John Adams que es la voz de quienes habitan/construyen/destruyen la ciudad.

Perfecta música, perfecto título. Interpretada además en el maravilloso Walt Disney Hall de Frank Ghery.

2 comentarios:

  1. Mi Chase, como sabes yo no se nada de musica, pero disfrute muchisimo leer tu descripcion de la obra. Que afortunada eres de entender asi la musica, es como si pudieras entrar y vivir en una dimension que solo esta disponible para algunas personas.
    Besitos

    ResponderEliminar
  2. Gracias mi eme, la idea es tambien acercar a los que no se atreven a entrar por miedo a no poder entender, besitos a ti también!

    ResponderEliminar

coméntame pues!