sopa de monoteísmo for dummies parte vi

una mujer escondida detrás de una pared.

Necesito escribir. Y como me enseñó Rilke, debo y tan solo puedo escribir desde mis obsesiones y cuando sienta que si no escribo literalmente es mejor morirme... Por qué me obsesiona la religión? No lo sé. O mejor dicho, si lo sé. Yo quise que dios me amara. Y dios no existe. Al menos no existe como me lo enseñaron. Como un padre bueno. Básicamente porque no pude conocer a un padre bueno. En ese sentido dios si existía. Como un padre tirano y manipulador que promete su amor pero que no lo entrega nunca. No importa cuán obediente seas. Ni cuánto reces. Rezar me enseñó a entender que dios es sordo.

Hoy en día creo que dios es el superego del inconsciente colectivo. Existe como una conciencia común. Como una energía inmedible (por ahora). Y que por eso cambia. Porque dios, cambia. ha cambiado desde que el hombre entendió que pensaba y que existía. El que crea que dios es un ser estable que vive por las nubes y nos vigila amorosamente, es porque no quiere entender. Ni ver. O leerse las biblias y las historias, de primera mano, y prefiere escoger ideas escuchadas o leer por partes y pretender que la verdad es tan sólo una parte de la verdad. La suya.

Hay algo muy feminista en mí (o muy traumatizado, pa qué negarlo) que no me permite aceptar a un dios varón, para empezar. Posiblemente porque además de tener que vivir la diaria minimización de la mujer de la moderna sociedad occidental, me ha tocado se inteligente y ser bonita y ser vista como un objeto de placer desechable.

Y ayer leyéndome la susodicha biblia me lo encontré escrito con numeritos y todo. El que quiera que lo lea en el libro del Levítico. Capítulo 27. Allí estiman el valor de las personas según su edad y sexo. Un hombre vale 50. Una mujer 30. Cómo no vamos a tener una sociedad absolutamente degenerada si nuestros códigos morales valoran a los ancianos, a los niños y a las mujeres como seres de menor valía? Como mujer que se gana la vida ella solita, es algo que no me cabe en la cabeza. Pero talvez sea porque soy mujer jaja, y soy medio bruta, jaja. Y es algo de risa y tal.

Una vez dijo el señor Jung, dios lo tenga en su santa gloria, que la sociedad católica había avanzado en su inconsciente colectivo cuando había decidido en Noviembre de 1950, que la Mujer Santa, la (todavía) necesariamente virgen María había sido asunta en cuerpo y alma al cielo junto con dios. Porque ahí el inconsciente colectivo había finalmente completado su cuaternidad básica y necesaria y había agregado el componente femenino y necesario. Había completado la cuaternidad de divinizar padre, madre, hijo y espíritu amoroso. Un gran paso sin duda para la desestigmatización de la idea femenina como algo sucio.

Mis adorados amigos masculinos que lean esto. Las mujeres no somos sucias. Ni menos. Somos tan solo diferentes a los hombres. Y nos gusta el amor.

Talvez viene siendo hora en este mundo tan violento, de que los hombres-dioses dejen de tener miedo de su propia feminidad y en lugar de volverse gays y amar a otros hombres, aprendan a amar a las mujeres.