miércoles, 3 de abril de 2013

hiperinformación y trascendencia


para que lo sepan, pues.

El post de hoy va a ser uno de esos posts que escribo sin pensar mucho porque llevo desde rato rumiando el tema y entonces cuando eso pasa, es ya sólo cuestión de sentarse y dejar sangrar los dedos, o para decirlo de un modo menos trágico o tal vez más escatológico, soltar la diarrea mental que amenaza con explotar dentro si uno no la saca.

También podría decir que escribo por el puro y mero aburrimiento de decir algo que trascienda cuando justamente lo que quiero decir es que nada es trascendente en esta era de hiperinformación; pero que le vamos a hacer, asi somos y eso buscamos.

Trascender.

Dejar algo de lo que somos, de cómo pensamos, de cómo sentimos. Y en una suerte de obsesión o desespero por trascender informamos a los pocos valientes que nos leen (tambien conocidos como amigos) de cuanta idiotez se nos pasa por la mente o de cuanta cosa intrascendente hacemos. Incluso hasta si estamos defecando mientras informamos de estar cagando.

Anunciamos a una audiencia invisible de nuestra existencia. La audiencia se ha convertido en el Dios de la información inmediatista. Ya no hace falta rezar, porque no necesitamos que Dios nos escuche, claro que no, si es que para eso tenemos una audiencia que nos lee y nos responde casi siempre. Inmediatamente. Para qué necesitaríamos contarle nuestras penas a un Dios que no responde, si podemos contarlas con lujo de detalles a una audiencia que talvez no sea perfecta como El Dios, pero que al menos no permanece en un silencio eterno y castigador?

A mi déjenme con mi hiperinformacion intrascendente, que me divierto mucho mas que gritándole a un dios que nunca me responde y siempre me condena por masturbona. Yo me quedo con mis seguidores y mis comentarios.

7 comentarios:

  1. A falta de Dios buenos son los seguidores.
    Que triste...

    Besos.

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  2. Ah, que mal que le castiguen por masturbarse... ¡Con lo gustoso que es!

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  3. Nada de invisible, baby. Ya me gustaria a mi que pudieramos gozar del anonimato aunque fuera en internet.

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  4. I am guilty as charged. Le tomo foticos al perro, al concierto al que fui, al perro otra vez, a mi almuerzo, al perro, a los nenes... Al perro. A veces me sorprende que tengo 43 personas en Instagram que quieren ver a Yoshi. Es increible! Y yo ni se diga, yo tambien quiero ver a sus perros, a sus montannas, a las ninnitas, al almuerzo, etc, etc, etc. Cai en las garras de internet.

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  5. Uno arroja sus impulsos a la cloaca de internet y resulta que luego conoce gente tan interesante.

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  6. El dios blog? los fieles seguidores? una nueva religión?
    seguramente estarás pensando que no he entendido nada.

    bss

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  7. Hay opción entre ser feliz en la mentira o ser infeliz?

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