Anonimo dos: las olas que no llegan a la orilla, no mueren, se quedan cantando tan tranquilas junto a las ballenas como dueñas, señoras y contenedoras del mar.
Que maravilloso, acabas de insuflarme de nuevo al dulce de la vida con lo de las dueñas, señoras y contenedoras del mar... Siempre y cuando tengas razon.
Debajo del sol y del viento una ola muere feliz en la orilla.
Si morir es la esperanza del vivir... Al entornar los ojos sentimos el murmullo de las olas que en cada espacio dejan parte de su vida en la espuma... y aun perdiendo, muere feliz en la orilla. Un besiño, Rosa María
Te invito a pasar por mi blog y si te apetece te quedas como seguidora. Rosa Marú
La ola no padece.
ResponderEliminarNi sufre.
Va y viene.
Tranquila y espumada.
Sin dolor.
Algún día seremos olas también.
Besos.
Arranca Berroteran mas bien
ResponderEliminarSiempre deseamos hacer justo aquello que no podemos lograr. Arrancarse los días es uno de esos deseos.
ResponderEliminarMe gusta el abrupto, pero hermoso final.
Saludos.
Toro: no se si la ola sufre, pero se que desapareces, solo le siguen como locas inevitable infinitas olas nuevas.
ResponderEliminarGuataca: ...
Fero: Gracias, el final es abrupto, como las orillas, donde todo acaba siempre
Y qué de las olas que no llegan a la orilla?
ResponderEliminarSiguiendo al Anonimo uno, por delicadeza,...
Anonimo dos (perdon si ya hay algun anonimo dos, pero como no lo vi)
Anonimo dos: las olas que no llegan a la orilla, no mueren, se quedan cantando tan tranquilas junto a las ballenas como dueñas, señoras y contenedoras del mar.
ResponderEliminarQue maravilloso, acabas de insuflarme de nuevo al dulce de la vida con lo de las dueñas, señoras y contenedoras del mar... Siempre y cuando tengas razon.
ResponderEliminarAnonimo dos. No pude resistir a la hora.
Debajo del sol y del viento
ResponderEliminaruna ola muere feliz en la orilla.
Si morir es la esperanza del vivir...
Al entornar los ojos sentimos el murmullo de las olas que en cada espacio dejan parte de su vida en la espuma... y aun perdiendo, muere feliz en la orilla.
Un besiño,
Rosa María
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Rosa Marú
Rosa: exactamente, morir es la esperanza. Muchisimas gracias por tu visita
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