viernes, 7 de febrero de 2014
ataques de odio invernal
El frio de fuera, el frio de dentro. La filosofía no sabía nada de sicología y por eso la consideraba una hija menor. La biología ni hablar. Se reía de las dos en su cara, mientras que la evolución se rascaba lentamente la cabeza y la supervivencia del más apto buscaba desesperadamente con quién acoplarse. A todas estas la mamá planchaba y planchaba mientras pensaba en clavarle la plancha en la cabeza al marido que hacía pesas en la sala buscando parecerse a Swarzenneger o como sea que se escriba.
microrrelato.
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Frío frío frío para planchar de las dos formas y mejor época para estrellar la plancha en la cabezota del peor es nada jaja.
ResponderEliminarme gusta que estes de acuerdo conmigo. Las mamás no entendemos de filosofías :)
EliminarPobre mamá... muerta en vida.
ResponderEliminarBesos.
bueh... todavia le quedan energías para lanzar la plancha :D
EliminarOctopusiano, muy octopusiano... y cada palabra es un tentáculo.
ResponderEliminarA sus pies.
Se me esta contagiando la cosa... ;)
EliminarMe encanta este microrrelato, la parte final de la plancha y del esposo me pareció muy cómica, saludos.
ResponderEliminarGracias Boris, por pasarte y comentar...
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