jueves, 21 de marzo de 2013

querido Bach... tengo problemas

Aveces entiendo por qué me atormenta la musica. Tengo problemas.

No me malinterpreten. No podría vivir sin música.

El asunto es que me sucede que cuando la escucho, inevitablemente me vienen otras referencias de otras cosas escuchadas como me pasó hoy con la Cantata número 27 de Bach, la cual estaba escuchando yo muy tranquilita pensando, dejame escuchar algo barroquito para poderme concentrar mejor en el trabajo.

Craso error.

La música es matemáticas, son patrones y no existe nada que a mi me fascine más que encontrar patrones por todas partes. Y como igual no lo puedo evitar, pues me sorprendí gratamente cuando inocentemente escuchando el primer movimiento pillé o reconocí, que la melodía era muy similar a la usada años después por Brahms en el segundo movimiento de su Requiem maravilloso, y minutos después en el Recitativo de la contralto, en el tercer movimiento, oh sorpresa, la misma estructura rímica y melodía muy similar al primer movimiento de la primavera de las cuatro estaciones de Vivaldi, la cual fue escrita tres añitos antes.



Que lindo todo.

Ahora escuchen y diganme si lo reconocen ok? Si no, no pasa nada. No tienen problemas, como yo.

El primer movimiento asemeja el segundo movimiento de Ein Deutsches Requiem de Brahms como pueden escuchar aqui


El tercer movimiento asemeja al allegro de la primavera de Vivaldi como pueden escuchar en este otro enlace:



7 comentarios:

  1. Hace poco pensaba que hay una misteriosa continuidad en todo lo que leemos a lo largo del tiempo. Como si cada lectura estuviera conectada con otras anteriores y otras que (tal vez) están por venir.

    Claro que se repiten patrones. Una continuidad misteriosa (al margen de evidentes reminiscencias).

    Me ha encantado tu entrada.

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    1. Mil gracias Juan Antonio. No sabes lo divertido que fue encontrar eso. Es como revivir reencontrarse con las cosas verdad?

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    2. Lo es y mucho. Jajaja. En todo caso, supongo que a Bach no le habría importado "inspirar" a Brahms, porque en su época solían "prestarse" motivos musicales (bueno, más bien tomarlos prestados) con generosidad. Otro concepto de propiedad intelectual, más artesanal, supongo.

      Besos, Adriana.

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  2. Estoy absolutamente incapacitado para distinguir nada en cuanto a música se refiere.
    Que rabia...

    Besos.

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  3. Nos fascina su cerebro, nuestras matemáticas son mucho más aburridas. Benditos problemas, los suyos, si solo fueran estos.

    Aparte de que hemos disfrutado con la música, nos ha resultado más fácil encontrar las semejanzas con Vivaldi; con Brahms solo hemos llegado a suponerlas.

    Abundando en lo que apunta Juan Antonio, una propiedad intelectual en sentido estricto que incluyera la repetición de patrones resultaría de lo más contraproducente para lograr estas maravillas.

    A sus pies.

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    1. En cambio a mi su tercer parrafo, pues todavia lo estoy masticando... jajaja :)

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