El único espacio
De silencio
Donde nada me toca
Nada me daña
Porque todo lo que me toca
Todo lo que veo
hasta el vacío
Y la voz-caverna
Me dobla
Me surca
Me ensucia
El único espacio
De silencio
Donde nada me toca
Nada me daña
Porque todo lo que me toca
Todo lo que veo
hasta el vacío
Y la voz-caverna
Me dobla
Me surca
Me ensucia
Un Jirapollo prehistórico cantando |
Este
parásito imaginario se aloja en la garganta de muchos cantantes sin hacer
distinción de raza, género o nivel profesional.
Se
dice que el Jirapollo nació después de una larga noche de insomnio del primer
cantante cavernícola que decidió cantarle a su amada. Por la mañana, el
cavernícola quiso deleitar a la muchacha de sus sueños con una tonada a la luna
llena, pero estaba tan cansado que solo se le salieron los gallos y la muchacha
terminó riéndose a carcajadas y se rió tanto que se le salieron algunas
lágrimas, las cuales, en su pasión desenfrenada, el cavernícola lamió y tragó enamoradamente. Así surgieron los primeros jirapollos.
Los Jirapollos se alimentan primordialmente de gusamanos, de los cuales
se enamoran perdidamente, o al menos eso intentan, pues al carecer de manos el
jirapollo razona en su fantasía, que comiendo gusamanos será capaz de hacerse
crecer unas lindas y muy útiles manos para sí mismo. Los gusamanos sin
embargo, al pasar por su largo cuello le empiezan a hacer cosquillas, lo cual le
causa una risa incontenible al jirapollo que termina vomitando los gusamanos
vivos.
Este ciclo de engullir y vomitar gusamanos, irrita terriblemente la
garganta del jirapollo quien a su vez llora de desesperación y de hambre produciendo
así miles de bebés jirapollos que irán a parar a la garganta de otros cantantes
despistados que tengan la mala pata de encontrarse con un infectado.
Al
igual que todas las infestaciones de parásitos imaginarios, no se conoce cura
para la infección de Jirapollo.