amputada de palabras
de sueños
me reinvento
y sin embargo
prefiero el dolor
la luz
la quimera
el fangoso estar
detrás de todo
lunes, 30 de julio de 2018
miércoles, 25 de julio de 2018
orfandad
me siento huérfana
como si el cordón
que me une con el mundo
se hubiese roto desde el principio
como si hubiese caído
por horror
en un planeta extraño
un planeta de fuego y hielo
de luces apagadas
de respiraciones ahogadas
cuchillos de madrugada
y temblores infinitos
como si el cordón
que me une con el mundo
se hubiese roto desde el principio
como si hubiese caído
por horror
en un planeta extraño
un planeta de fuego y hielo
de luces apagadas
de respiraciones ahogadas
cuchillos de madrugada
y temblores infinitos
viernes, 13 de julio de 2018
rezar
la pobre virgencita quitándose a los abusadores de encima con una vara muy larga |
Cada vez que me cruzo con alguien en la calle que parece estar pasando por un mal momento, tengo el reflejo inmediato de ponerme a rezar.
Diostesalvereinaymadredemisericordia...
Estoy consciente de que poco o nada ayuda mi rezo y que mucho mas útil sería ayudar de facto a la persona en cuestión. Para mí es una forma de "activar" las energías positivas del universo y en mi mente de niñita de colegio de monjas, eso se traduce en rezarle a la virgen. Ojo, que yo rezo exclusivamente a la bienaventurada virgen maria madre de dios y madre nuestra porque la contraparte machista de la cuaternidad divina (Madre, Padre, hijo y paloma blanca) me parece que es algo asi como un machista abusador.
Seguramente estoy haciendo transferencia con el pobre diosito, pero igual me cae gorda la santisima trinidad y en cambio la pobre virgen abusada y desteñida me parece siempre muchísimo mas buena, comprensiva, lenta a la cólera y rica en clemencia que los otros tres juntos.
Y recuerdo que una vez en un retiro con el colegio, le preguntaba a una de las monjas qué utilidad tenía hacerse monja de clausura y si no era preferible que ya puestas a ser religiosas, hiciesen mas bien obras de caridad; a lo cual laella muy dulcemente me respondió que esas monjitas de clausura rezaban por toda la pobre gente que no tiene quién se acuerde de ellas. Y hay tante gente que no tiene a nadie. Son muchos, muchísimos.
Entonces a mi me encantó esa respuesta y por eso cada vez que veo a alguien triste, le rezo a la virgen, porque sé que ella, igual que el resto de las mujeres y de los olvidados, entiende perfectamente bien lo que es sentirse como un cero a la izquierda del poder omnipotente de la masculinidad respresiva.
Y entonces, aunque me parezca absurdo,
Diostesalvereinaymadredemisericordia... vida, dulzura y esperanza nuestra.
Amen.
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