in my mind...
También conocido como el síndrome de la Mujer Maravilla o en su versión más terrenal, como el síndrome de la Conejita de Energizer (que no de la Conejita de Playboy tristemente... aunque esa sea mi verdadera vocación frustrada).
Los síntomas incluyen la creencia firme y decidida de que uno puede con todo - no me ayuden que yo puedo sola-, la lucha encarnizada por ser exitosa en el trabajo, la restricción de comida y calorías y un exceso de ejercicio aún bajo extenuación mental y física para seguir entrando en la talla 2. Tambien la compra desesperada de productos de belleza que procuren que uno siga pareciendo de 25 y no de la edad que uno tiene realmente mas la culpa constante de no ser todo lo dulce, cariñosa, creativa y eficiente que uno debiera ser.
Y el insomnio incontrolable también.
Pero yo lo que quisiera en realidad es poder salir de mí. Dejar de pensar, ser otra o no ser absolutamente nada.
Pensaba el otro día que la idea cristiana de la vida eterna no es nada bonita. Vivir eternamente dentro de uno. Dentro del pensamiento. Si mi pensamiento me destruye para que quiero vivir adentro? Eso es el infierno entonces. Pero el pensamiento es voluntad también. Se supone que uno puede llegar a controlar el pensamiento. Yo no puedo controlar mi insomnio, ni tampoco la culpa de ser tan absolutamente imperfecta. Ni quiero engañarme como muchos diciendo que la imperfección es bella. No. Sólo la perfección es bella.
La vida eterna debe ser como una eterna noche donde no puedes parar de pensar. Y yo estoy tan cansada de pensar, tan cansada de tanto silencio siempre. Silencio afuera y ruido adentro.
Todo es distracción. Pero yo quisiera estar dentro de una camisa de fuerza y golpearme sin descanso contra unas paredes alcochadas para poder sacarme el pensamiento de adentro. Hasta quedar totalmente agotada y vacía, inerte. Una masa de sangre que ya no sienta más nada. Talvez por eso me va bien en el
Bikram Yoga, porque es tan duro el ejercicio de estar presente en ese calor y esas posiciones tan dificiles que cuando llega el savasana, ya no piensas más. Solamente respiras en silencio.
Eso es la iluminación. Cuando todo el pensamiento desaparece y solamente queda estar presente en silencio. El silencio adentro.
Y así podemos observar, que el síndrome de la Mujer Maravilla tambien conocido como el síndrome de la Conejita de Energizer, es otra de las deliciosas enfermedades que la vida moderna nos ofrece...
Por ahora, esta conejita de energizer se va de vacaciones a intentar no matarse esquiando - no podiamos esperar menos, claro- Felices Fiestas a todos por si acaso...